Paco Nadal decidió un día recorrer uno de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo, dispuesto a experimentar un viaje en solitario al encuentro consigo mismo. Fue un viaje lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras, golpes de estado y conflictos étnicos entre la población del norte árabe-musulmana y la del sur, nilótica, animista y cristiana. Un conflicto que ha acabado en tiempos recientes con la partición en dos estados independientes.