En esta obra se realiza un estudio acerca de la entrada de dos nuevos potenciales sujetos de derecho. Por un lado, las generaciones futuras y, por otro, los derechos de la naturaleza, conceptos que suponen un reto para la teoría jurídica. Ambas categorías -aun siendo claramente distintas y con orígenes en contextos diversos-, comparten algunos presupuestos (sostenibilidad, proyección en el largo plazo, solidaridad diacrónica, responsabilidad colectiva, deber de cuidado, justicia intergeneracional). Doctrina, jurisprudencia y legislación -nacional e internacional- han tenido que pronunciarse sobre el intenso debate acerca de las problemáticas que derivan de cada una de ellas. Tomando como hilo conductor el examen de una tutela institucional para ambas nociones, se analizan diversas propuestas, con particular referencia a la figura del Defensor del Pueblo en cuanto potencial defensor de las generaciones venideras y, por ende, de los recursos naturales.