Un libro escrito desde la investigación-acción que aporta un nuevo, práctico y sugerente enfoque sobre el papel de los psicólogos y educadores y sobre la naturaleza de la "relación de ayuda" que debe caracterizar su actuación. El diálogo, lejos de anular el conocimiento o la capacidad de influencia del terapeuta, equilibra y racionaliza su poder y se convierte en un excelente medio terapéutico en exclusión social y en problemas de drogadicción.