La variedad de artículos periodísticos de " El Espectador " conjuga la tradición filosófica con las corrientes de difusión cultural del siglo XX. De esta coincidencia surge la idea de meditación mediática, con la estrategia de remanso frente a la acción política, no como una retirada sino más bien como necesidad. Los textos de " El Espectador V y VI " son un adelanto a la crónica de finales del siglo pasado, en sintonía con aquella aproximación orteguiana de acercar la teoría a los ciudadanos de a pie. Son también transatlánticos porque se publican en el madrileño " El Sol " y en muchos casos se replican en el bonaerense " La Nación " .