El Evangelio de María ha quedado prácticamente ignorado por el gran público. La primera redacción de este Evangelio, cuyo manuscrito se conserva desde 1896 en el Departamento de Egiptología de los Museos Nacionales de Berlín, dataría alrededor del año 150. Se trata pues, como los otros Evangelios, de uno de los textos fundadores o primitivos del cristianismo, atribuido a Miriam de Magdala, esa María Magdalena que fue el primer testigo de la Resurrección, la amiga íntima de Jesús y la #iniciada# que transmitió sus más sutiles enseñanzas.