Esta obra es una detallada e innovadora panorámica del “renacimiento” medieval castellano forjado con las traducciones del árabe y culminado con la codificación del saber de la época en lengua vernácula por los colaboradores de Alfonso X, y está estructurada a la manera que lo hizo Aristóteles al tratar del ser, recurriendo a las cuatro causas; de tal forma que podría hablarse de una causa eficiente –el autor, Alfonso–, y una final, objetivo de su obra –la educación de su pueblo–; de una causa material, o contenido de las obras; y de una formal, o modo de abordar los asuntos en su compleja obra. Surge también entonces una lengua nueva, el castellano, en la que se expresa este movimiento cultural, científico y literario, y un concepto nuevo de cultura que ahora es vernácula y secular, distinta de la latina teológico-eclesiástica, cuya característica más destacada es el estudio de las ciencias de la naturaleza, que tiene como fundamento la filosofía racional y no los dogmas revelados.