El inglés jurídico norteamericano tiene como objetivo básico el estudio del inglés utilizado por los juristas norteamericanos que, aunque tiene muchos puntos comunes con el inglés jurídico de Inglaterra y Gales, posee igualmente peculiaridades muy singulares. El texto se divide en quince capítulos, cada uno de los cuales trata del lenguaje de un aspecto concreto del ordenamiento jurídico norteamericano.