La relación de Francisco Giner de los Ríos con el deporte viene dada por una serie de hechos acontecidos a lo largo de su vida. En primer lugar, por los viajes que realiza a Londres y a diferentes ciudades europeas para conocer el desarrollo de la educación en el continente; en segundo lugar, por las ideas de los liberales europeos de mediados del siglo xix que ya empezaban a incluir la gimnasia y el deporte dentro de los planes de estudio, y en tercer lugar, por la querencia que tenía Giner a las excursiones al aire libre y el contacto con la naturaleza. La idea original era sacar a los niños fuera de las aulas, para que compartieran junto con el maestro la experiencia de la visión del paisaje, la gimnasia como ejercicio físico e higiene corporal y mental.