San Juan de Ávila, nuevo Doctor de la Iglesia Universal, no ha escrito ningún tratado acerca de la Santísima Trinidad, pero ha vivido y predicado con fervor el misterio central de la fe cristiana. Desde el misterio de Cristo él entra en el conocimiento experiencial del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es decir, de un Dios que es Amor, lo predica testimoniándolo hasta la muerte de su Hijo en la cruz y lo comunica con el envío de su Espíritu de resurrección y de vida. El libro aborda un tema que hasta ahora, en los estudios avilinos, ha sido presupuesto, brevemente indicado, pero apenas tratado.