La repercusión que tuvo la teoría evolutiva de Charles Darwin ha sido comparada con la revolución producida por la teoría copernicana o las leyes de Newton. Más allá del papel que desempeña la selección en la variabilidad de los seres vivos, lo que impresiona es el enorme edificio de datos y pruebas acumulado por Darwin para demostrar que los seres vivos procedían unos de otros y en especial de unos troncos comunes; todo ello mediante procesos y leyes naturales. La presente edición está basada en una traducción que hizo en 1921 el biólogo Antonio de Zulueta, introductor de la genética experimental en España.