Quizás Jovellanos sea, junto con Campomanes y Feijoo, la figura más conocida y destacada de la Ilustración española. Pero, a diferencia de sus conterráneos, el prócer gijonés desarrolló un pensamiento político más elaborado, cuyas influencias se perciben a lo largo de todo el siglo XIX. Lamentablemente, Jovellanos no elaboró un Tratado de política. Su obra más señera en esta materia es, sin duda, la Memoria en defensa de la Junta Central, que no fue redactada con altas pretensiones dogmáticas, aunque trasluce algunas de las ideas políticas capitales de Jovellanos. Aun así, la Memoria solo retrata un momento –importante pero efímero– en la evolución del ideario político del ilustrado asturiano. Muchas de sus aportaciones más sustanciosas se hallan ocultas entre la correspondencia, en la intimidad de sus diarios, o en los escritos de sesgo pedagógico, artístico, económico o literario. Cuando se cumplen doscientos años del fallecimiento de Jovellanos, resulta conveniente recuperar ese pensamiento político, en ocasiones preterido a favor de otras múltiples facetas del ilustrado. Para ello, se recogen en este volumen seis estudios que tratan de analizar diversas facetas de su ideario.