Este es un libro para colocarse del lado de los que sus aventuras no son imaginarias. Las minas antipersonas están colocadas y estallan, como la realidad. El autor conoció a la protagonista de esta historia. Sofía, tiene 12 años y vive en Mozambique. La bomba que explota a sus pies le obliga a vivir tres experiencias que lamenta especialmente: la de no poder bailar nunca más, la de conocer la soledad y la de vivir sin la proximidad y el consuelo del fuego. La aventura está servida.