Este libro trata de niños refugiados en Francia en los años de la Segunda Guerra Mundial y de la ayuda que recibieron por parte de voluntarios de organizaciones humanitarias, en particular del Servicio Civil Internacional suizo; lo que permitió que muchos pudieran sobrevivir en durísimas condiciones. El autor del libro, José María Martínez Cobo, era uno de esos niños, un niño refugiado español que, junto con su familia, formó parte del éxodo del cerca de medio millón de republicanos que, a principios de 1939, atravesó de manera precipitada la frontera con Francia.