A un grupo de niños y niñas les encanta ir al bibliobús, porque allí encuentran libros preciosos que, además, pueden tocar. Y allí conocen a Marieta, una anciana a la que le gustan los libros tanto como a ellos. A partir de ese día, Marieta se acerca al colegio a la hora del recreo para devolver los libros que va terminando, y ellos la someten al suplicio de los besos».