Los seis relatos que componen este libro están ambientados en las islas del Pacífico Sur, que fueran visitadas a menudo por Somerset Maugham. Por ello, sus descripciones del entorno natural y los paisajes son muy precisas y sobrecogedoras. Así, ya sea en las islas de Samoa, en Tahití o en Honolulu, en todas las historias se desarrolla una tensión entre la cosmovisión y el estilo de vida de los nativos y el de los hombres blancos, que en realidad funge como trasunto de una confrontación más esencial: la de Oriente y Occidente. Sirviéndose de este trasfondo, Maugham narra con maestría historias políticas, de ambición económica frustrada, de amores inconclusos o no correspondidos en las que la constante es su capacidad de desnudar las más elementales pasiones humanas, las que conducen al hombre a obtener sus mayores satisfacciones… y también a sus mayores desgracias. «A cada tiempo su locura, a cada tiempo su sabiduría. La de este libro está perfectamente descrita en el propio título El temblar de una hoja tomado de la cita de Saint-Beuve con la que se abren los textos: “La felicidad extrema apenas está separada por el temblar de una hoja de la extrema desesperación”. Si hay algo que atraviesa de parte a parte este maravilloso libro es precisamente la conciencia de nuestra fragilidad, el precario equilibrio de nuestros afectos y de nuestras convicciones. Y no es poca sabiduría para quien se atreva a pensarla hasta sus últimas consecuencias.» ANDRÉS BARBA