El tren de las 3:10 a Yuma fue llevado al cine en 1957 por Delmer Daves, con Glenn Ford como protagonista, y en 2007 por James Mangold, con Russell Crowe. Con treinta y siete novelas, veinte de ellas llevadas al cine o la televisión, Elmore Leonard, nacido en Nueva Orleans en 1925, se encuentra entre los autores más relevantes de la narrativa de género negro contemporánea. Menos conocida para el lector europeo es su faceta como escritor de western, género con el que debutó en 1953 con la novela The Bounty Hunters, y que siguió cultivando con siete novelas más y multitud de relatos. De los treinta relatos western que escribió Leonard, la gran mayoría entre 1951 y 1956, el presente volumen reúne los quince primeros. Muchas de estas historias, como “El rastro de los apaches”, “Infierno en el Cañón del Diablo”, “La mujer del coronel” o “Botas de caballería”, se desarrollan en el inhóspito paisaje de Arizona entre 1870 y 1890, y tienen como protagonistas a los apaches y a la caballería americana. Pero en los relatos de Leonard, además de estas historias sobre exploradores indios, soldados y bandidos, encontramos otras centradas en la vida y problemas de rancheros, sheriffs, cazadores de búfalos, chicas, mineros o vagabundos. Aunque inicialmente Leonard tuvo dificultades para publicar sus relatos por ser demasiado «crudos», Hollywood no tardó en interesarse por ellos y en 1957 llevó al cine “El tren de las 3:10 a Yuma”, que contó con una nueva versión en 2007 protagonizada por Russell Crowe. La historia narra los riesgos que ha de afrontar el ayudante de alguacil Paul Scallen, al que encomiendan la misión de trasladar al peligroso forajido Jim Kidd desde Fort Huachuca a la ciudad de Contention, donde deberá tomar un tren con destino a la prisión de Yuma.