La edición en 1942 de las Elegias de Bierville supuso el inicio de un nuevo rumbo en la poesía no sólo de Riba, sino también de toda la lírica catalana. En sus páginas se plasma el viaje de regreso a un alma que intenta recuperar todo lo perdido durante un exilio devastador. Así, estas Elegías de Bierville presentan al lector la desnudez de una voz estremecida ante la tragedia del éxodo, el encuentro con una Grecia recordada que el autor bellamente reconstruye como una patria de salvación y vida ante la desposesión y la muerte. Sin duda, una obra necesaria que plasma de manera magistral tanto el dolor por la tierra perdida, como el encuentro con la existencia de un hombre que sufre y se salva a través de su memoria.