En estas páginas, el autor propone un itinerario, exigente y asequible, para que las familias y los centros educativos se pongan en camino para lograr la excelencia de los hijos y los alumnos. Esto supone dar ese salto de lo ordinario y lo mediocre a lo superior, sacando el máximo partido a los recursos disponibles. La humanidad debe muchísimo al empeño de cientos de físicos, químicos, matemáticos, biólogos, ingenieros, literatos, médicos, filólogos... (y, por supuesto, también estudiantes) que no se conformaron con un trabajo rutinario, sino que se pusieron en camino hacia metas más altas.