El término lengua coloquial suele asociarse a la obra poética de Ángel González. Sin embargo, no encontramos un tratamiento riguroso que demuestre su empleo como recurso artístico, pues se parte de la errónea equiparación de la variedad del discurso conversacional con la variedad «vulgar». Proponemos un estudio sistemático de los rasgos situacionales, desde su primera publicación, «Áspero mundo», hasta su último libro, «Nada grave». La inclusión de los procedimientos coloquializadores es generalizada y se manifiesta tanto en las composiciones de corte social como en las de temática amorosa y existencial. Esta peculiaridad es una constante esencial, que conlleva el replanteamiento de la tradicional clasificación de su poesía en varias etapas, al menos en el plano lingüístico.