En los inicios del cristianismo, un ejemplo vivo de la fuerza del Evangelio. Y la historia empieza así: 'Esta historia empieza, entre los años 55 y 63 de nuestra era, en Colosas, una ciudad de Frigia, en la parte occidental del Asia Menor, la Turquía actual. Colosas es, en esta época, una ciudad de tamaño medio que, entre otras cosas, destaca por su industria textil. Allí vive una familia acomodada formada por Filemón, su mujer Apia y su hijo Arquipo. Quizás hay más hijos, pero no lo sabemos. Esta familia, como toda buena familia de la época, tiene varios esclavos, uno de los cuales lleva por nombre Onésimo, un nombre que significa “útil”. El nombre, seguramente, se lo había puesto su amo, como era la costumbre, e indica que lo debía valorar bastante.'