Al borde del Pacífico, en la casa de Miller, las charlas van y vienen como en un viaje a lo largo de la vida del gran escritor norteamericano. Miller reconstruye su infancia en un barrio de Brooklyn; y desde allí se enlazan, en sucesivos libros y peregrinaciones la tarea creadora y la aventura vital, el largo jadeo que lo condujo a la paz.