En esta entrega de la serie seremos testigos de cómo el pobre Flashy se ve obligado a abandonar su apacible vida londinense para luchar por el Imperio Británico (o más bien por mantener a salvo su pellejo) en la guerra de Crimea. El azar y sus intestinos traicioneros hacen que nuestro héroe desempeñe, muy a su pesar, un papel determinante en uno de los episodios más célebres de la historia militar británica.