Un joven químico de 22 años, muerto por su fe en el año 1936. Y la historia empieza así: 'El domingo 11 de marzo del año 2001, en una solemne Eucaristía celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano en Roma, delante de más de 25.000 fieles, muchos de ellos llegados de diferentes lugares de Catalunya, el papa Juan Pablo II beatificó a 233 mártires de la persecución religiosa durante la Guerra Civil en España (1936-1939). Entre los nuevos batos destacó uno muy joven, el mártir leridano Francisco Castelló.'