En el siglo XVI, dejó una prometedora carrera política para dedicarse de lleno a seguir a Jesús. Y la historia empieza así: 'La familia Borja, y más concretamente el italianizado apellido Borgia, suscita en la mente de todo lector un poco ilustrado en la historia de España, y también en la de Roma, una sacudida de sensaciones. Enseguida le llegan asociaciones de ideas de una Casa de Borja compuesta por unos personajes del Renacimiento de muy distinto talante moral: justos y deshonestos, clérigos y guerreros, pecadores y santos. Nombres conocidos como Rodrigo de Borja, el papa Alejandro VI, Lucrecia o César Borgia. En esta familia tan variopinta, Francisco de Borja se halla entre los clérigos santos.'