La vida de Guille cambia por completo cuando sus padres deciden mudarse de casa y tiene que adaptarse a la nueva situación: un colegio diferente y otros amigos. Pero lo que menos se espera es que Fede, el matón de la clase, la vaya a tomar con él. Y que sus compañeros acepten con resignación sus humillaciones. Pero todo tiene un límite, y Guille pondrá en marcha un plan.