La idea madre al abordar la construcción teatral de este Herodías-Salomé es original: cada acto de los tres que componen la obra tiene su origen en un autor diferente: Mallarmé, Flaubert y Wilde, pero forman un todo coherente y un continuo temporal. Nominar los actos con el nombre de cada autor del texto original resulta obligado. Mas en todos los casos el texto resultante no es una traducción sino una reescritura. Los personajes dicen lo que se quería decir, unas veces sobre el texto y otras al margen de él.