El propósito de este libro no es ofrecer una historia ilustrada de la Iglesia como se hacía en el pasado, ni siquiera una historia del arte explicada en su contexto religioso. Se trata de un proyecto novedoso: hablar de toda la historia del cristianismo latino por medio de dos caminos paralelos y complementarios: la palabra y la imagen. Si una frase tiene algo de incompleto, debido a su brevedad, la imagen ofrece plenitud remitiendo a la complejidad o a la armonía del fenómeno histórico. Pero, al mismo tiempo, la imagen tiene que estar acompañada del escrito, tanto para ser reeditada en un conjunto, como para ser detallada en su significado, función que desarrollan los comentarios de cada ilustración. El arte, en todas sus formas, permite ver, y el relato histórico explica y hace reflexionar. Estos dos caminos son necesarios para comprender la historia y están perfectamente armonizados en este libro.