Cincinnatus C. es un joven condenado a muerte por un delito innombrable y desconocido por el que va a ser decapitado. En el interior de su celda diminuta, Cincinnatus espera su ejecución como si se tratase del final de una horrible pesadilla. Las constantes visitas de su carcelero, del director de la prisión, de la hija de éste, de su vecino de celda, de la joven mujer de Cincinnatus y su absurda familia no hacen más que acrecentar la sensación de angustia e impotencia del protagonista, que ve como su tiempo se acaba, cómo finaliza también el tiempo de una representación teatral con personajes que parecen obedecer las pautas marcadas por un demiurgo cruel y juguetón. La idea del absurdo, del juego y de la irracionalidad del mundo adquiere unas dimensiones gigantescas en Invitado a una decapitación, una novela desgarradora sobre los regímenes totalitarios escasamente difundida en castellano.