«He intentado presentar al Jesús de los Evangelios como el Jesús real, como el “Jesús histórico” en sentido propio y verdadero. Estoy convencido, y confío en que el lector también pueda verlo, de que esta figura resulta más lógica y, desde el punto de vista histórico, también más comprensible que las reconstrucciones que hemos conocido en las últimas décadas. Pienso que precisamente este Jesús —el de los Evangelios— es una figura históricamente sensata y convincente.» Benedicto XVI «[Estas páginas] están insertas en un extraordinario y suntuoso aparato iconográfico. Será como efectuar un peregrinaje en un mundo de imágenes admirables; será como conseguir un recorrido por una galería de arte que se extiende a través de los siglos». «Tenía razón el pintor Marc Chagall cuando afirmaba que, durante siglos, los artistas han mojado su pincel en ese alfabeto de colores de la fe y de la belleza que es la Biblia. Y los Evangelios han sido para Occidente una especie de léxico o atlas de símbolos, de figuras, de acontecimientos, de efigies, de iconos, de representaciones. Si tuviésemos que tomar en nuestras manos una enciclopedia o un diccionario de arte (…), descubriríamos un hilo dorado evangélico interrumpido, capaz de transformar el arte en una verdadera «exegesis» libre y creativa del texto sagrado.» Del prefacio de Gianfranco Ravasi