La Segunda Guerra Mundial, la invasión nazi en Polonia, el comunismo y la persecución religiosa, la muerte de los seres más cercanos... Karol Wojtila no sólo superó los tiempos difíciles de su país, sino que su liderazgo guió, entonces como estudiante y sacerdote, y después como obispo y Papa, a toda la sociedad hacia los ideales de tolerancia y educación para la paz que necesitaba el mundo. Ideales que siguen presentes pocos años después de su muerte.