El Congreso cuyas actas se publican ahora ha tenido como objetivo principal el concepto del cuidado y la atención del enfermo terminal, que experimenta el sufrimiento de la enfermedad y con frecuencia la soledad en las últimas fases de la propia existencia, con una doble perspectiva: la del paciente y la del médico. Pero también se ha asumido un debate articulado sobre los límites cada vez más variables y sutiles entre la asistencia ordinaria al paciente y la extraordinaria. Las cuatro sesiones del congreso se han organizado de modo que se ofreciera una visión y un análisis lo más completo posible de los temas tratados desde puntos de vista complementarios: el teológico y el antropológico, con consideraciones sobre la enfermedad y el sufrimiento tanto en el ámbi-to religioso como en el sociocultural; el ético-médico, con propuestas de valoración de los límites de la acción terapéutica y los deberes morales respecto de la salud y, finalmente, el operativo, mediante el análisis de temas como la comunicación con el enfermo incurable y la gestión médica y humana del enfermo terminal.