Ciudad Eterna, punto de convergencia de todos los caminos del mundo antiguo, modelo que recorre los milenios como concepto mismo de imperio universal: Roma continúa proponiéndose como la expresión concreta, sólida, monumental de un mito. A través del arte, la arquitectura y el urbanismo, en una síntesis excepcional de tecnología y política, derecho y propaganda, Roma se extiende: conquista Europa, el Mediterráneo, el Próximo Oriente. En compañía de las obras maestras y la memoria de los hombres ilustres, hasta los primeros desarrollos del cristianismo, se sigue la trayectoria de una ciudad y una civilización desde su apogeo hasta la caída del Imperio, línea divisoria entre distintas épocas, acto final de la antigüedad y dramática gestación de un mundo nuevo.