Campanella mantiene un diálogo con otras utopías políticas, como las de Platón y Tomás Moro, y con las obras de otros teóricos políticos. En este libro se dan cita las tensiones que recorren esta disciplina, destacando el desgarramiento entre lo que es y lo que debe ser, o más estrictamente, un pensamiento que se encarga del sufrimiento y la desolación de los individuos en las sociedades modernas.