En un principio, los hombres atribuían la enfermedad a la influencia de los dioses y recurrían a la ayuda de los sacerdotes para una buena sanación. Con el tiempo descubrieron el poder curativo de las plantas y aprendieron a sacar de ellas ungüentos y brebajes. Sin embargo, ante las enfermedades del espíritu, el hombre estuvo desamparado hasta bien entrado el siglo xviii, cuando aún era incapaz de establecer las causas y los motivos de las enfermedades de la mente. En La curación por el espíritu, publicado en 1931, Stefan Zweig expone de un modo claro y preciso el pensamiento y la evolución de tres personalidades que desarrollaron un método de curación psíquica: Franz Anton Mesmer, que lo hizo por la vía de la sugestión y el refuerzo de la voluntad de sanar; Mary Baker-Eddy, que recurrió al éxtasis de la fe (la Christian Science); y Sigmund Freud, quien, reivindicando el conocimiento del Yo y buscando el origen de toda enfermedad en los conflictos psíquicos inconscientes, fundaría el psico¬análisis y se convertiría así en un personaje de gran influencia.