«Imaginen un marido cuya mujer, una suicida que se ha arrojado por la ventana hace solo unas horas, yace ante él sobre una mesa. [...] Camina de habitación en habitación e intenta dar un sentido a lo que acaba de ocurrir. [...] De ahí que se cuente a sí mismo la historia, que intente aclarársela». Así explica Dostoievski su obra en la nota que precede a La dulce. Probablemente el autor ruso se inspiró en hechos reales para escribir una de sus más inquietantes novelas cortas. Como si de un viaje al pasado se tratara, a través de las contradicciones y de los remordimientos del protagonista «ante un auditorio invisible o una especie de juez», investiga en los recuerdos a la búsqueda de la verdad que se esconde en el alma humana.