Con estas páginas pretendemos ofrecer unas claves que ayuden a penetrar en la maravillosa riqueza que es y supone la familia cristiana para la persona humana y, por ende, para la Iglesia y la sociedad. Acercarse de manera adecuada al “ser” y a la “misión” de la familia exige siempre partir de la consideración del matrimonio, no solo porque es su origen y fuente, sino porque, como tal, es la primera forma de familia. Del matrimonio, la familia recibe su configuración y dinamismo; y del sacramento del matrimonio, lo recibe la familia cristiana. De intento, hemos evitado las discusiones y cuestiones fronterizas, por lo que nos hemos ceñido a lo que es permanente y fundamental.