La monarquía hispánica configuró desde el siglo XVI una Corte, primero itinerante y luego permanente en Madrid desde 1561. No obstante, en diversos periodos de los siglos XVII y XVIII ésta se trasladó a Valladolid, Sevilla o a ciudades fronterizas. Parte esencial del ritual y del protocolo cortesano fue la celebración de los festejos por nacimientos, bodas, juras y proclamaciones, funerales y las devociones vinculadas a la monarquía, como el Corpus Christi o las canonizaciones. Este cuarto volumen de la serie Triunfos Barrocos ofrece de nuevo un repertorio de más de cuatrocientos grabados, lienzos y dibujos -algunos inéditos- donde se plasma la magnificiencia y espectacularidad de las fiestas en la Corte del rey hispánico, junto con un completo análisis y estudio de las mismas por su relevancia simbólica e ideológica. El formato del volumen mantiene la riqueza y cuidada edición de la serie, ofreciendo un corpus completo no editado hasta el momento.