Regresar a lugares que uno ha dejado atrás no siempre es fácil y la doctora Kay Scarpetta está a punto de constatarlo. Instalada desde hace cinco años en Florida, la prestigiosa patóloga forense vuelve a Richmond, la ciudad donde creció profesionalmente, para investigar la extraña muerte de una adolescente. Apenas hay indicios que contribuyan a avanzar en la investigación, pero esa no es la única dificultad con la que va a tropezar. En su antiguo centro de trabajo las cosas parecen haber cambiado mucho: la autopsia se está posponiendo más de lo necesario, las trabas se multiplican, prácticamente nadie se presta a echar una mano