La contribución de la vida y predicación de san Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia universal, centrada en el amor misericordioso de Dios, constituye una ayuda extraordinaria para adentrarnos, como él, en las entrañas misericordiosas de Dios. Desde el siglo XVI son innumerables los que gracias al Santo Maestro han penetrado y vivido las misericordias de Dios, y las han puesto en práctica con el prójimo. Grandes santos de la Iglesia con los que él tuvo relación durante su vida no hubieran dudado en elegirlo como padre predicador de un retiro sobre la misericordia de Dios.