Los autores proponen que la moneda es el resultado de un proceso social engendrado por la mutación de la violencia. Ésta se invierte y se concentra en un principio de soberanía. A través de análisis históricos estudian el surgimiento de las funciones monetarias, su evolución y las rupturas que se dieron en los órdenes sociales antiguos. Asimismo examinan las grandes hiperinflaciones del siglo xx desde una perspectiva diferente de la propuesta por la teoría cuantitativa de la moneda.