¿Para que sirve la utopía? Para caminar… Estas palabras del escritor uruguayo Eduardo Galeano sirven para resumir la tesis general de este libro. Cuando en una sociedad cuaja un discurso religioso de naturaleza utópica o milenarista nos encontramos ante una señal inequívoca de que la sociedad en cuestión es una sociedad en crisis, con altos grados de anomia, frustración, desestructuración. El discurso utópico sirve entonces de revulsivo psicosocial, de terapia de choque, para revitalizar una sociedad y movilizar a las masas desafectas con la ilusión de un orden social nuevo, perfecto, regalado por los dioses. Este libro pretende demostrar cómo el análisis de los movimientos religiosos utópicos constituye una herramienta metodológica de primer orden para analizar la estructura de las sociedades en la que surgen. Y lo hace, en la más genuina tradición antropológica, a través del análisis detallado de un caso etnográfico concreto: el estudio de un movimiento mesiánico-milenarista que sacudió como un terremoto una entera comarca de la Sierra Madre Occidental de México, en la región conocida como Huasteca. Un movimiento de indios nahuas, centrado en torno a la figura carismática de una vidente adolescente, que coincidió en el tiempo con el alzamiento (este también de marcados tintes milenaristas) del E.Z.L.N. en Chiapas. El libro permite de esta manera varias capas de lectura: la etnográfica más concreta, la sociológica más general.