Adam Mickiewicz, el gran poeta-profeta de Polonia, que nació y murió sin conocer la independencia de su patria, mantuvo viva la llama de la polonidad en aquellos exiliados-peregrinos y sus progenies herederas con sus " Libros de la nación polaca y del peregrinaje polaco " . Sus versículos de esperanza hicieron trascender más allá de las fronteras de su patria la ignominia cometida con ella y resonaron en toda Europa cual vigoroso canto universal contra la tiranía y la esclavitud, en defensa de la fraternidad y de la libertad de los pueblos.