Cada vez son más los equipos de seglares que reúnen a la comunidad cristiana en ausencia de presbíteros. Tras estos «materiales» se esconde la mano amiga de un sacerdote que quiere aportar su ayuda para que la celebración, con presbítero o sin él, sea digna y vivifique la fe de los creyentes. Estas celebraciones, nacidas en el mundo rural de Cantabria (España), son una propuesta concreta realizada con gentes sencillas. Moniciones, peticiones de perdón, oraciones, presentación de dones, oración de los fieles, homilía, acción de gracias… tienen, pues, un contexto. Bastarán retoques para hacerlas válidas en otros lugares. Pueden variar detalles. Lo central es en todas partes lo mismo: reunidos para escuchar la Palabra y hacer memoria del Señor resucitado.