Este libro está dedicado a estudiar un grupo socioprofesional poco atendido hasta ahora por la historiografía, el de los profesionales sanitarios que ejercieron su tarea asistencial en el mundo rural del siglo XVIII. En concreto, se trata de un estudio prosopográfico, elaborado a partir de fuentes archivísticas diversas, sobre los médicos, cirujanos, sangradores, barberos y boticarios, que se ocuparon del resguardo de la salud en las tierras albacetenses durante el referido siglo. Además de dar cuenta del número y la distribución de estos sanitarios en dicho ámbito, se analizan los orígenes geográficos y sociales de ellos, así como sus lugares de estudio y formación. También se abordan los mecanismos de contratación de este colectivo tan heterogéneo así como sus salarios y ejercicio profesional. Esta obra tiene su origen en la tesis doctoral defendida por el autor en 2012 y que fue galardonada con el premio Hernández Morejón que concede la Sociedad Española de Historia de la Medicina.