La Europa del siglo XVI consiguió reunir una gran cantidad de información sobre el resto del mundo, que está en la base de su despegue hegemónico global moderno y de lo que se llamó mundo colonial. Es el momento en el que van a surgir unos servicios de información más o menos estructurados al servicio de monarcas, iglesias y potentados, en los que militares, misioneros y mercaderes jugarán importante papel.