Recrea una historia sin par, la de los templarios, ligados a los infortuinos de Jerusalén, cuya orden fue fundada por Hugo de Payns y a la cual destruyó Felipe el Hermoso; en estas páginas desfilan personajes como Ricardo Corazón de León, Federico II, el Rey Leproso, los sultanes de Damasco, el Viejo de la Montaña y , sobre todo, los templarios, quienes representaron como nadie el honor y las desventuras de un espíritu, el cristianismo medieval, que en las cruzadas encontró su sangre y su esperanza.