Los tres libros de las Sentencias, escritos por los años 612 y 615, constituyen un manual dogmático, moral y ascético en el que se inspiraron autores como Samuel Tajón y Pedro Lombardo en la composición de sus obras homónimas. San Isidoro de Sevilla representa el colofón del cristianismo antiguo, que, sometido a finales del siglo VI a fuertes crisis, quedará a la espera de una fuerte trans-formación y renacimiento.