¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar con tal de no perder lo que más queremos? En Malas hierbas, Carlos Be quiere honrar lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros a través de una obra divertida, llena de intriga y misterio, con giros inesperados, tortazos, mucho Prozac y unos cuantos coñacs bien cargados.