La perfecta imbricación entre la arquitectura del palacio y el diseño de los jardines hizo del château de Versalles el símbolo por excelencia del absolutismo de Luis XIV. El jardín era parte esencial del gran dispositivo áulico, como muestra el propio Rey Sol al redactar de su puño y letra unas instrucciones sobre la correcta manera en que el parque debía ser recorrido y visitado para mejor realzar su pompa regia. Este texto, inédito en español, se acompaña con contribuciones de A. Félibien, Mme. de Scudéry y Ch. Perrault.