El día a día de una persona con intolerancia a la lactosa puede parecer algo complicado, pero con el tiempo y la adquisición de nuevas rutinas es posible llevar una vida sencilla, con un entorno que te ayude y aprendiendo a actuar en las situaciones más complicadas. ¿De dónde puedo sacar el calcio? ¿Qué sucede si tomo un alimento con lactosa sin querer? ¿Cómo le explico a mi entorno qué puedo y no comer si tenemos una cena de amigos? Con ilustraciones divertidas y mucha información, este libro puede ayudarte a mejorar tu rutina, aprender sobre la intolerancia, romper mitos y descubrir soluciones.